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Friday, August 07, 2009

Pálida locura

Locura de mirarme en el espejo
y pensar que veo en mi rostro
una juventud que no se altera.
Las ojeras no son perceptibles
la tristeza es una gasa invisible
como el aire.

Locura de creer que los ruidos
que vienen con las primeras horas del día
son iguales que los de la noche
Y eso es falso me lo digo
cuando estoy cuerdo
cuando me doy cuenta que el mundo
ha girado como loco
y veo que mis vecinos han desertado
de la comodidad de sus casas.

Los muchachitos que antes gateaban
ahora integran grupos festivos
Las casas antes nuevas sufren
de la caries del tiempo en sus paredes
y en las pinturas de sus paredes

Y ya no quiero mirarme en el espejo
solo recorro con mis manos
la superficie de mi rostro
y se que el tiempo estuvo trabajando
con ahínco en mi piel y en mis pasos
Y sé que los ruidos del amanecer
son más vivos que los de la noche
cuando el letargo y la fatiga
tienen cierta similitud con la agonía.

Comprendo que mi locura
es la humillante cobardía de enfrentarme al futuro
el futuro donde mi juventud
será un pálido recuerdo
el barco inútil e inservible varado en la orilla del mar.