Soñé que soñaba:
Borges me contemplaba desde un espejo
mientras María Kodama
le leía algo sobre los sueños,
tal vez "las mil y una noche".
El viento era intenso
y no dejaba de soplar,
y yo me fui tornando
en materia invisible.
El espejo era un espejismo
Y Borges se desvaneció
con Kodama, hablando
sobre la frágil y evasiva
materia del sueño
y del hombre que soñaba
preso de la eternidad.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment